FILOSOFÍA 6TO. CS NATURALES - ESCUELA NORMAL TANDIL
lunes, 6 de junio de 2016
¿Cómo tomamos decisiones? Entre lo emocional y lo racional
Domingo
05 de mayo de 2013 | Publicado en edición impresa
Ay, ahora..., ¿Qué hago?
No es fácil elegir, y mucho menos hacerlo de manera correcta. Pero a no
desesperar: existen numerosas herramientas para identificar posibles obstáculos
y desarrollar el imprescindible arte de la toma de decisiones
Cuántas decisiones se toman al día? ¿Unas pocas, una
decena, cientos? A lo largo de cada jornada elegimos muchas veces; algunas
elecciones son relevantes y otras son poco significativas, pero todas, en mayor
o menor medida, van moldeando la vida que acabamos por tener. Por eso son tan
importantes. ¿Pero qué hace que se tome una mejor o peor decisión? ¿Qué
aspectos de una persona y de la realidad confluyen para que cada quien opte por
el camino que finalmente toma?
DE
QUÉ SE TRATA
Decidir es un proceso que comienza con el
reconocimiento de un problema o un conflicto y, en el mejor de los casos,
termina con una elección que cobra vida cuando la solución puede aplicarse en
un contexto determinado. Puede decirse entonces que decidir es un proceso donde
están involucrados la persona que selecciona la opción entre varias
alternativas de acción, las metas que la persona pretende alcanzar con sus
acciones, sus preferencias, los criterios que utilizará para seleccionar, la
estrategia que elegirá para alcanzar sus objetivos, los recursos de que
dispone, la situación del entorno que la rodea y, por supuesto, el resultado,
que conlleva un cierto grado de riesgo o de incertidumbre. Además, la libertad
y el tiempo disponibles para evaluar las diversas opciones resultan también
factores determinantes en el proceso de decidir.
La perspectiva básica desde la que alguien elige es lo
que se denomina su paradigma. Lo cual no es otra cosa que un mapa cognitivo; es
decir, la suma de creencias que configuran el universo personal y desde el que
cada uno decide en función de su percepción de determinada situación. Lo que
importa destacar aquí es que cada uno de nosotros percibe la realidad desde su
propia mirada: ésta no es otra cosa que una construcción personal. Como si esto
fuera poco, lo que percibimos determina lo que hacemos. Pero eso no es todo.
Por lo general, las respuestas a los problemas se basan en las experiencias
pasadas, que con el tiempo fueron forjando patrones dominantes de pensamientos
llamados estereotipos. Y una de las razones por las que estos estereotipos tienen
tanta vigencia es porque están cargados de emociones. Como escribe Estanislao
Bachrach en su libro Ágilmente: "No somos seres racionales con
sentimientos. Somos seres emocionales que aprendimos a pensar". Pero si lo
que aparece es una situación nueva, los patrones de pensamiento no sirven. Y,
por lo tanto, es necesario buscar una nueva respuesta a eso que nos desafía.
Entonces, ¿cómo decidir de la mejor manera posible en un contexto nuevo?
¡ATENCIÓN!
Cada elección implica enfrentarse a una serie de
factores que condicionarán la opción a tomar. Conocerlos puede ayudar a decidir
escogiendo la mejor alternativa.
· Falta de
tiempo: uno de los principales problemas que surgen a la hora de
decidir es la relación entre el nivel de complejidad de la decisión y el tiempo
disponible para tomarla. Lo ideal es no apurar una decisión importante.
· Trabajar
con el problema equivocado : Daniel Kahneman fue el primer psicólogo
que recibió el Premio Nobel de Economía (2002) por desarrollar distintos tipos
de investigaciones en las que demuestra que tomamos decisiones más allá de la
racionalidad lógica y consciente. Sus estudios señalan que la manera en que se
comunica una situación construye el marco o punto de vista del problema y éste
determina todo el proceso de toma de decisiones.
· Fallar en
la identificación de lo que se desea : si nos equivocamos en
identificar nuestros objetivos, erraremos el camino.
· No explorar
todas las alternativas posibles : aparece sobre todo cuando hay que
tomar una decisión para resolver un problema nunca experimentado.
· No ver
consecuencias que son cruciales : esto sucede cuando no advertimos la
influencia determinante que tienen las variables intervinientes y su impacto en
el futuro próximo.
· Perder de
vista el objetivo principal : cuando existen objetivos contradictorios
necesitamos lograr el equilibrio entre ellos sin caer en la ilusión de la
complementariedad de los opuestos.
· Dilación
indebida: muchas veces no se toma una decisión por las emociones negativas que
trae aparejadas. En general, ese tipo de demoras sólo agranda los problemas.
· No prestar
atención a la incertidumbre : la incertidumbre es parte de la vida.
Sin embargo, podemos reducir el grado de desconocimiento de la situación que
enfrentamos utilizando herramientas que permiten evaluar y comparar las
alternativas que nos acercan al resultado deseado.
· No medir
nuestra tolerancia al riesgo : expone a situaciones poco conocidas
donde se tiende a decidir de modo irracional, presentando aversión al riesgo o
bien propensión al mismo.
· Fallar en
el timing cuando las decisiones están concatenadas :
Ocurre cuando no tenemos en cuenta los pasos sucesivos que se dan en un proceso
determinado.
· Guiarse
sólo por impulsos : la percepción de una situación actual está
determinada por las emociones que se generaron en experiencias pasadas a las
que se asocia esta nueva. Por lo tanto, se termina respondiendo como en el
pasado.
· Parálisis
por análisis, miedo o desorientación : No decidir es también una
decisión, la peor de todas.
· Profecías
autocumplidas : se orienta la conducta hacia acciones que provocan la
realidad temida o anhelada. Lo cierto es que, ante una elección relevante, la
persona necesita salir de su zona de confort para analizar, con la mayor
amplitud posible, lo que está en juego. Y si bien muchos de los aspectos de la
elección están fuera de su control, conocimiento o comprensión, existen ciertas
trampas a las que hay que prestar atención para no caer en ellas al decidir.
TOMAR
CORAJE
Para ahorrar energía, el cerebro funciona según a la
información que tiene registrada. Se guía por las impresiones, tendencias,
estimaciones, recuerdos, datos e ideas iniciales. La humana tendencia a
responder con estereotipos nos hace buscar certezas, asociando fenómenos que no
tienen ninguna relación entre sí. También es frecuente elegir la alternativa
que perpetúa la situación actual, ya que nos sentimos seguros cuando podemos
controlar lo que vivimos. Por eso resulta muy común que sólo se busque
información que apoya las intuiciones, opiniones o perspectivas actuales, y se
dejen de lado aquellas evidencias que las contrarían. Cuando alguien confía
demasiado en sí mismo, la gama de alternativas se reduce mucho y así queda muy
acotada la decisión por tomar. También puede ocurrir lo contrario: ser
excesivamente prudente y hacer estimaciones muy conservadoras, lo que puede
llevar a decisiones equivocadas. Al considerar los peores escenarios, se toman
demasiados recaudos, se presupuestan grandes costos para evitar los aspectos negativos
y son pocos los beneficios que se obtienen.
Es sabido que los sucesos dramáticos o trágicos dejan
sus marcas en el aparato psíquico que afectan las elecciones futuras. Tendemos
a elegir de manera de justificar nuestras elecciones pasadas. Muchas veces, más
de lo que se reconoce públicamente, al decidir creemos que seremos favorecidos
por entidades sobrenaturales porque somos especiales. Decidir es difícil porque
significa aceptar que no se puede todo, que una alternativa descarta la otra.
Significa, básicamente, que al tomar un camino, necesariamente se deja otro sin
transitar. Y esto cuesta. Además, ante una situación nueva, nuestra zona de
confort se ve amenazada y tendemos a responder con los patrones dominantes de
pensamientos. Entre otras cosas aparecen prejuicios, creencias, dogmas y
principios que gobiernan el comportamiento. Frente a lo nuevo hay que contar
con el coraje de tolerar la ambigüedad, la inconsistencia y la incertidumbre.
Pensar de modo creativo requiere la aptitud de asociar
entre dos o más ideas diferentes, ir más allá de lo conocido y creado. Tener la
audacia de pensar cuántos puntos de vista diferentes hay para dar respuesta a
ese nuevo problema que plantea un desafío. Leonardo da Vinci decía que algo no
podía ser comprendido hasta que no fuera observado por lo menos desde cuatro
perspectivas diferentes. Para ello es necesario desestructurar los modelos
mentales (¡algo ciertamente difícil!). Toda decisión creativa es producto de
haber tomado riesgos, ya que la comodidad es enemiga de la grandeza..
¿Qué es la Filosofía? Karl Popper y la actitud crítica
Karl Popper: la actitud crítica
Existe un único método al que podría llamarse
«el único método de la filosofía».
Pero no es característico solamente de ésta, sino que es, más bien, el único
método de toda discusión racional y, por ello, tanto de las ciencias de la
naturaleza como de la filosofía: me refiero al de enunciar claramente los propios problemas y de examinar críticamente las diversas soluciones
propuestas. He escrito en cursiva las palabras «discusión racional» y
«críticamente» con objeto de subrayar que hago equivalentes la actitud racional
y la actitud crítica.
No puede ser un mero accidente que
Anaximandro, el discípulo de Tales, desarrollase
explícita y conscientemente una teoría que se apartaba de la de su maestro ni
que Anaxímenes, el discípulo de Anaximandro, se apartase de un modo igualmente
consciente de la doctrina de su maestro. La única explicación plausible es que el propio fundador de la escuela desafiaba
a sus discípulos a que criticasen su teoría y los discípulos convirtieron esta nueva
actitud de su maestro en una tradición.
Es interesante que esto sólo haya ocurrido
una vez, que yo sepa. La escuela
pitagórica primitiva era sin duda del viejo tipo: su tradición no encierra la actitud crítica, sino que se
limitaba a preservar la doctrina del maestro.
__________________________________________________
La lógica de la investigación
científica, Tecnos, Madrid 1977, p.17.
1.
¿Por
qué crees que la filosofía puede relacionarse con examinar críticamente el
mundo que nos rodea?
2.
¿Cuáles
son las cuestiones que te llevan a cuestionar lo que sucede en la realidad que
experimentas?
3.
¿Crees
que es necesario adoptar una actitud crítica ante todo, o bien en algunos casos
es imposible hacerlo? ¿Cuándo deberíamos tomar una actitud más “conservadora”? Explica
y ejemplificá.
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